En el año 2006 se introdujo por primera vez, en el Estatuto de los Trabajadores, la primera limitación para el encadenamiento de contratos. En el artículo 15.5 el ET se establecía que adquirirían la condición de fijos aquellos trabajadores que hubiesen estado contratados en la misma empresa dentro de un plazo 30 meses por un período su­perior a 24 meses, mediante dos o más contratos temporales.

La actual  reforma del 2013 mantiene la regulación básica de la materia  aplicable a aquellos trabajadores que en un periodo de treinta meses hubieran estado contratados durante un plazo superior a veinticuatro meses,  pero introducen tres circunstancias nuevas, que restringen más, la posibilidad que existan contratos encadenados:

1)    La norma anti-encadenamiento, se aplica­rá no sólo si el trabajador ha sido contratado para un mismo puesto de trabajo con diferentes contratos temporales -como se preveía hasta la fecha, sino que también se aplicará en los casos en que el trabajador haya sido contratado para diferentes puestos de trabajo.

2)    Se considera que existe encadenamiento si el trabajador está contratado no  en una sola empresa, sino en varias empresas del grupo.

3)    Que el trabajador esté contratado mediante dos o más contratos temporales, sea directamente o a través de su puesta a disposición por empresas de trabajo temporal, con las mismas o diferentes modalidades contractuales de duración determinada.

La nueva regulación prevé también que en caso de superarse tales límites temporales de encadenamiento, el trabajador ad­quirirá la condición de fijo de la empresa, a cuyo efecto, se prevé también expresamente que, en los diez días siguientes a dicha circunstancia, el empresario deberá facilitar al trabajador un documento justificativo de su nueva condición de trabajador fijo de la empresa.